Los residentes de Hillindale, una de las comunidades cerradas más exclusivas de Washington, acusan a Janet Yellen, la décimo quinta presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés), de arruinar la aislada calma de la residencia que es regida por unas 50 páginas de normas.

Yellen y su esposo, el premio Nobel de Economía George Akerlof, eran miembros amigables de la comunidad, comentan los vecinos. Cuando fue designada como presidenta del banco central estadounidense, iniciaron los inconvenientes: el comportamiento del equipo de seguridad de Yellen irritó a los vecinos.

Su equipo de seguridad ingresa a toda velocidad en camionetas de más de tres toneladas mientras derraman líquidos en la calle, que ahora se convirtieron en una mancha permanente, repletas de armas, cámaras y cajas de pizza según el relato de los vecinos.

Los vecinos comparan a Yellen con un residente igual de poderoso: el ex director del FBI, Robert Mueller. "Bob Mueller, quien uno pensaría que tendría un trabajo mucho más peligroso al tratar con terroristas de todo el mundo, tenía guardaespaldas que parecerían hombres de negocios, no socializaban y lo esperaban al otro lado de la reja", afirma una residente que no puede disimular su enfado para The Wall Street Journal.

Además acusan que el equipo de seguridad de Yellen no reporta ningún beneficio a Hillindale, ya que criminales que no representan una amenaza para ella no distraerán a su seguridad. Además afirman haberlos visto fumar, consumir comida chatarra y que no podrían alcanzar a un ladrón ni aunque su caja de pizza estuviera en juego.

Chismografía intelectual es una sección inspirada en el diálogo entre Denegri y Hildebrant en la más reciente edición de La función de la palabra. Hildebrant mencionó ese par de palabras cuando comentaba las conversaciones entre Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares recopiladas en Dos amigos implacables de Edgardo Cozarinsky.

Referencias

Williamson, E. (s.f.). La presencia de Janet Yellen perturba la paz de su vecinos. The Wall Street Journal.